El codillo de cerdo es una carne con poca grasa, muy rica y gelatinosa, es fácil de preparar y gusta mucho, primero se cuece y después se asa al horno, por lo que adquiere un sabor especial y su piel queda muy crujiente.
2 personas
1 codillo salmuerizado
Una cebolla mediana
Una zanahoria mediana
3 dientes de ajo
2 hojas de laurel
Unos granos de pimienta negra
PREPARACIÓN
1. En primer lugar sacamos el codillo del envase al vacío en el que lo hemos comprado, lo pasamos por el grifo con agua fría abundante para quitar el exceso de sal, que al ser salmuerizado tiene.
2. Ponemos el codillo en una olla rápida junto a la cebolla y la zanahoria peladas pero enteras, los dientes de ajo sin pelar, las hojas de laurel y los granos de pimienta, cubrir con agua, tapar la olla y dejar cocer al 2 durante 45 minutos, apagamos el fuego y dejamos que la olla pierda la presión de forma natural.
3. Abrir la olla, sacar el codillo y reservar, sacar la cebolla, la zanahoria y los dientes de ajo que después de la cocción ya estarán sin su piel, poner todo en un vaso batidor junto a unas cucharadas del caldo de cocción, triturar y reservar.
4. En un recipiente apto para horno en el que quepa el codillo echar un poco del puré en el fondo y unas cucharadas del caldo de cocción, poner encima el codillo y meter al horno precalentado a 190° con calor arriba y abajo durante 1/2 hora, pasado ese tiempo el codillo tendrá un bonito color dorado y estará listo para degustar.
(Nota) la preparación como veis no lleva sal por que es suficiente con la que aporta el codillo salmuerizado.
El caldo de cocción déjalo enfriar, desgrásalo y te vale para hacer sopa o para otras preparaciones.
Espero que os guste.
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