Los encurtidos son una de las formas más antiguas para la conservación alimentos, especialmente vegetales, está técnica ya se utilizaba en la antigua Mesopotamia y ha llegado hasta nuestros días, es muy fácil de hacer en casa y tiene muchos beneficios para nuestra salud, se consumen como aperitivo, como parte de una rica ensalada y en general para acompañar cualquier tipo de plato.
INGREDIENTES
1/2 kl de cebollas moradas
200 ml de vinagre de vino blanco
50ml de agua
100gr de azúcar
1/2 cucharadita de sal
PREPARACIÓN
1. Poner una olla al fuego con el vinagre, el agua, el azúcar y la sal, no es necesario que hierva, solo que se caliente hasta disolver por completo el azúcar y la sal, retirar del fuego y reservar hasta que el líquido esté templado.
2. Poner una olla al fuego con abundante agua, cortar las cebollas en juliana fina, cuando el agua empiece a hervir echar la cebolla y escaldar durante un minuto, sacar a un escurridor para que escurra por completo.
3. Colocar la cebolla en tarros de cristal, sin llenarlos demasiado, echar en cada tarro la preparación de vinagre que habíamos reservado, tapar los tarros cuando el líquido esté frío del todo y meter en la nevera.
4. En dos o tres horas ya se podría degustar pero estará mucho más rico el encurtido de un día para otro y en los días siguientes, en la nevera se conservan bastantes días.
Espero que os guste.
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