Es tiempo de conservas, de buenísima conserva con productos de primera calidad de la huerta familiar, en este caso he hecho una deliciosa mermelada de tomates que está para chuparse los dedos. 😋😋
INGREDIENTES:
1 kl de tomates rojos, pesados después de pelados
4 clavos de olor
1 palito de canela
El zumo de medio limón
Una cucharadita de jengibre fresco rallado
1 manzana pequeña con su piel
1/ kl de azúcar
PREPARACIÓN:
1. Lavar, escaldar y pelar los tomates, cortarlos en trozos y ponerlos en la cazuela donde se va ha hacer la mermelada, cuando rompa ha hervir, echar los clavos de olor, el palito de canela, el zumo de limón y el jenjibre pelado y rallado, dejar que hierva un rato hasta que vaya perdiendo su agua.
2. Incorporar la manzana bien limpia y rallada con su piel, esto hará que nuestra mermelada espese naturalmente, sin necesidad de añadir ningún espesante químico.
3. Añadir el azúcar y mover continuamente para que el azúcar se vaya deshaciendo y caramelizando nuestra mermelada.
4. En este punto ya tenéis que ver el espesor que os gusta, teniendo en cuenta que al enfriarse espesa más, sacar los clavos de olor y la ramita de canela, batir con la batidora dejando la consistencia que más os guste, si queréis quitarle las pepitas pasar la mermelada por un chino, a mi particularmente, estas pepitas no me molestan por lo que no utilizo el chino.
5. Mientras estábamos haciendo la mermelada, habremos tenido esterilizando unos tarros de cristal con sus tapas, una vez sacados y secos pero aun calientes, ir envasando la mermelada recién quitada del fuego con mucho cuidado para no quemarnos, llenar los botes casi hasta arriba, tapar muy bien y poner los botes boca abajo hasta que se enfríen bien para que hagan el vacío, si lo preferís hacerles un baño María de 25 minutos y dejar enfríar los tarros dentro del agua.
Espero que os guste por que está buenísima😋😋
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